Por: Carlos Mario Camacho
Ya
hace algunos meses, cuando el BLOC 2013 inauguró sus 4 salas de exhibición, con
las piezas de los artistas ganadores de la beca, a mi correo llegaron una buena
cantidad de comentarios, que expresaban varias preocupaciones tanto estéticas, como
formales y de gestión del evento. Por tal motivo, empecé a recopilar
información al respecto, ya que todo lo que se generó en el momento fueron
comentarios en las redes sociales y discusiones, en donde muchas veces intervinieron los mismos
artistas seleccionados de la beca, dándole a la discusión, matices muy
domésticos y de corto alcance, pero igualmente importantes en su momento.
Entonces,
tomé la tarea de contrastar mis impresiones de las pasadas ediciones del evento,
con los comentarios que me compartieron colegas y textos institucionales del
BLOC. Como resultado encontré evidencias de los aciertos y desaciertos por
parte de los organizadores y de los artistas. De ahí que, pude hacer un
análisis de las condiciones actuales de la beca, exponiendo las necesidades de
un medio precario de exhibición, y justificando un consenso negativo por parte
de la población artística Caleña, a pesar de la gran acogida que posee su
convocatoria.
En
dicha búsqueda hallé algunos textos en la página web de Lugar a Dudas, además
pedí a Leonardo Herrera, el coordinador del BLOC, los textos que se produjeron
para la edición más reciente del evento, y de igual forma, contacté a tres de
los cuatro artistas ganadores de la beca del 2013, preguntándoles por
documentos que evidenciaran su proceso de creación. Todo ello para enriquecer
mis argumentos, ya que, en la ciudad de Cali la crítica seria es muy escasa y
como lo dije anteriormente, los comentarios se quedan en los pasillos de las
universidades y en las esquinas bohemias de la ciudad, brindando un análisis
muy sesgado y poco sólido, respecto a la realidad actual del arte contemporáneo
en Cali.
En
resumen, el objetivo de este texto es, entender porque goza, como evento, de un
consenso negativo por parte del público, a pesar de ser el único estímulo que
se ha brindado en cuatro ocasiones consecutivas en Cali, el cual entrega una
suma grande de dinero a los artistas ganadores. Por lo tanto, se hace urgente
revisar su modelo de gestión, sus objetivos y el impacto que éste tiene en el
público general.
En un reciente
texto, producido para el BLOC, Leonardo Herrera dice, en uno de los textos del
plegable para distribución en sala:
BLOC
2013 (Becas locales de creación), ha sido durante sus cuatro años la única
iniciativa clara, para los artistas de la ciudad, de mostrar sus producciones,
a través de becas de creación; con una bolsa de trabajo de $ 9.000.000 pesos
para que desarrollen sus proyectos, siendo la única política clara para los
artistas de la ciudad (Herrera. L, 2013, p 2.).
Y estoy de
acuerdo, que ha sido la única iniciativa para producción en Cali con
continuidad, mas no estoy de acuerdo con la claridad que indica Leonardo. Sin
embargo, al ser la única opción en cuatro años consecutivos, brindando un apoyo
ocasional, casi asistencial, pero sumamente necesario para el momento, se debe
repensar, el método de su convocatoria, el llamamiento a la misma y los espacios
a construir, para que se dé una reflexión alrededor del evento. Por ello, se
hace pertinente y casi necesario preguntarse ¿Qué es lo local en el BLOC? si esto
¿es solo un requisito de residencia en la ciudad, por parte de los artistas
convocados? o ¿es la búsqueda de las imágenes de la ciudad de Cali,
representada en la producción de los artistas de la ciudad? Ello me hace pensar
en el tipo de producción que los artistas están realizando en Cali, y
preguntarme ¿con qué frecuencia producen?, ¿para quienes producen?, ¿o es acaso
una práctica casi bohemia, que a pocos importa donde sea exhibida? además ¿cuáles
son los motivos o las provocaciones estéticas y políticas que está brindando la
ciudad? Preguntas muy ambiciosas que no responderé, aunque si trataré de abordar
algunas de ellas, para dibujar un boceto de las falencias en cuanto la
producción, la crítica, el papel de los medios de comunicación, en el
acercamiento de un público cualquiera y la construcción de memoria histórica
del arte en Cali, que se está revelando gracias al BLOC.
De aquí que, se
deba abordar el análisis de su modelo de gestión de una manera dinámica,
escuchando a los artistas de la ciudad, tanto los ganadores de la beca, como
los que aspiran a ella. Pero dicha escucha debe aludir a la creación de un
consenso claro, alrededor de las preguntas anteriormente expresadas, en diferentes
escenarios; por ejemplo, se deben considerar los diferentes medios con los
cuales el evento expande su accionar más allá de las salas de exhibición, como
lo son, el catálogo, los artículos críticos, los foros, los medios de
comunicación y el modo de circulación del público. Éstos son elementos
fundamentales, para conformar un criterio claro frente a la producción del arte
contemporáneo.
El BLOC como
acción
B (beca), LO (local),
C (de creación), el evento da lo que ofrece, una beca local de creación, pero
si esto aparentemente es claro ¿Por qué ha generado tanto malestar en la
comunidad artística, cuando emiten los ganadores e inauguran las exhibiciones?
tal vez porque no es tan claro. Por ello, es pertinente hablar del consenso en
la producción de la obra contemporánea y cómo éste está vinculado a la idea de
lo local. Ya que, si la producción artística de la ciudad, posee personas que
se relacionan en espacios comunes, y se forman en universidades y centros de
estudio, de manera colectiva, valdría la pena preguntar si ¿en estos espacios
se está llevando a cabo charlas acerca de la producción propia de sus
estudiantes y maestros? También valdría la pena preguntar si ¿hay una
diversidad en las funciones alrededor de la creación de los diferentes actores
que impulsan esa producción? y hago referencia a que, en estos centros
educativos o en los espacios en común no se brindan más alternativas de
formación artística, como lo es la crítica y la gestión. Entonces, se podría
suponer, dicho de la manera más irresponsable, que Cali solo produce artistas,
y por esta razón, muchos emigran hacia otras latitudes, buscando un apoyo
sistemático a su producción, sin depender de las ocasionales convocatorias.
Por
consiguiente, Cali debe pensar, no solo en la producción de obra, sino en todo
un sistema que apoye dichas piezas. De
hecho, Tomás Ruiz-Rivas habla sobre las condiciones mínimas de exhibición de
arte, entendiendo ésta como un proceso social de trabajo, en la que hay un
momento de producción, otro de distribución y al final, uno de consumo, siendo
indispensables entre sí, o cómo él mismo lo dice, un todo indisoluble (2007).
Gracias a este argumento, cabría preguntarse ¿es una beca de creación lo que
Cali necesita con urgencia? BLOC hasta su pasada edición 2013, ofreció una beca
más, a las tres acostumbradas, sumando un número de cuatro becas de nueve
millones cada una, y para mí está bien, que se apoye cada vez más a los artistas.
Sin embargo, aun así se queda corto su modelo de gestión. En síntesis, un
evento no crece solamente con el incremento de dinero que ofrece, sino que,
llena espacios donde antes había vacío, construye paralelamente escenarios
donde existen falencias, de manera estratégica y sistemática.
Igualmente, Vinceç
Furio, habla de la importancia del trabajo mancomunado de los críticos, los
coleccionistas y las instituciones para que una obra sea valorada y adquiera
prestigio, ya que la atribución de dicho valor, está condicionado socialmente
(2012) por ello, se hace necesario la múltiple intervención de todos los
factores, alrededor de la producción, para que se construya un criterio sólido,
en torno al evento BLOC. Si se abre una convocatoria para la producción de
piezas, se debe buscar un grupo de especialistas, que no solo sirvan de jurado
al momento de escoger los ganadores, sino también, produzcan texto y generen
eventos de discusión, donde no se busque la crucifixión, ni el endiosamiento de
los escogidos, sino que se debatan las condiciones de producción que poseen los
artistas residentes en Cali. Del mismo modo, se debe debatir cuales son los
escenarios de acción que posibilitan una continua producción, no solo en el
desarrollo de un proyecto para la fecha en la cual abre la convocatoria, sino
como una práctica constante por parte de los artistas.
De
aquí que, el arte contemporáneo no se construye solamente alrededor de sus
objetos, lo hace en conjunto con su ejercicio práctico, donde varios elementos confluyen
en él. Por ejemplo, George Dicke (1974) y Howard Becker (1982), hablan que para
que algo sea considerado arte, debe hacer un consenso entre los especialistas,
de un determinado mundo del arte (Furio, 2012). Siguiendo con esta idea, dicho
consenso se construye con tiempo, más aún cuando los artistas opinan sobre sus
obras (Furio, 2012), como se vio en los plegables de sala. De ésta misma
manera, Leonardo Herrera les realizó una entrevista a los artistas ganadores,
la cual involucraba preguntas desde lo conceptual y lo formal; veamos algunas
de ellas:
Leonardo Herrera: ¿Por qué tomar la
declaración del presidente para crear esta pieza?
Leonardo Lopez: La iniciativa tiene que
ver con los medios de comunicación y el momento en el que se quiere dar una
imagen a la población. La posibilidad de posicionar una imagen es un tipo de
poder que los mismos medios otorgan al estado, y ese poder reside en hacerles
creer a todos lo que el poder quiere que se piense. De eso depende cómo se
lleva una sociedad: engañada o confundida.
LH: ¿Tiene este ejercicio relación con
la biopolítica?
Juan Melo: Ha surgido siempre en las
discusiones la relación con temas políticos como el manejo de las patentes de
las semillas por parte de Monsanto y la transgénesis que le acompaña. Sale a
colación debido a que el problema del proyecto Simbiosis está directamente
relacionado con la situación del hombre, el mundo y la ética. Al tratar de
mantener un mundo natural con la incidencia de la tecnología es inevitable que
haya transgénesis, que es como se denomina la manipulación genética de
semillas. Todo esto es un proceso político pesado que genera un limbo ético y
tecnológico; un problema de bioética en el que la idea es proteger la planta en
su estado natural, manteniendo sus condiciones de naturalidad a pesar de la
inevitable influencia de lo artificial a manos del hombre. Sin embargo, no
estamos de acuerdo con la manipulación genética o transgénesis. A mi modo de
ver hay una hibridación entre lo vivo y lo tecnológico donde la función de
cuidar lo vivo es un arma de doble filo. Hay un ejemplo que se puede citar: el
daño que hacen las baterías a las plantas, impidiendo el crecimiento o
matándolas gracias a las vibraciones energéticas que las baterías producen y
estamos confrontando.
LH: ¿Hay algún otro problema con el
audio?
Monica Restrepo: Bueno, otro problema es
que está doblada al mexicano. Eso hace que una película, que supuestamente es
la representación máxima del caleño, doblada en otro dialecto moleste y cause
rechazo entre la gente que la vio. Este sonido produce una distancia que te
aleja de lo que pasa en la imagen. Para trabajar en estos dos problemas, he
pensado en cómo podría yo doblar Tacones al caleño hoy, en el 2013. ¿Es posible
doblar esta película hoy? He empezado a pensar en estrategias que podrían
funcionar para eso, aun sabiendo que no he podido ubicar al señor Pascual
Guerrero e ignoro si podré usar o no las imágenes. Esa limitación me parece
interesante porque la película estaría presente pero no está; no se puede ver.
LH: En esta operación cada cosa se
muestra tal cual es, en su aspecto unitario y repetitivo. ¿Te interesa elevar
este objeto a “Gran-objeto artístico”?
Verónica Lehner: Más que eso, es
interesarse por las cosas; indagar en ellas así sean cosas que a muchos les parezca
que no tiene sentido investigar; hacer un análisis perceptivo de los objetos
para que finalmente a través de una cosa tan sencilla se intuyan otros aspectos
de la vida, de la ciudad, de los objetos en sí, de esa circulación de cosas que
hay y que simplemente las utilizamos pero en las que no nos detenemos. En eso
hay una reflexión en cuanto al como consumir, porque hay formas de consumir
también, pero la que se nos pide es consumir y desechar.
(Herrera. L, 2013, fragmentos de los plegables
entregados en sala).
Si,
está la voz de los artistas, aun así, no se encuentra fácilmente estos textos a
la fecha (10 de febrero 2014), ya que, solo se
entregaron en sala y no hay otro espacio donde consultarlos. Esto se debe
hacer, no solo por la formación de público, sino por la consolidación de un
consenso alrededor de la producción del artista, lo cual ayudaría a alivianar
las tensiones que se generan entre los espectadores, debido a que, muchos de
ellos aplicaron a la convocatoria y no fueron seleccionados. En las pasadas
ediciones si se ha hecho este documento En el 2010 y 2012 se recogieron textos de los artistas
seleccionados, se publicaron algunas fotos del montaje y la exhibición; para el
2011 y 2013, se realizaron entrevistas a los artistas. Sin embargo, no basta
con los escritos de los artistas, pues no se encuentra ningún texto curatorial
que ponga en dialogo las piezas, ni mucho menos se encuentra crítica de agentes
externos al evento, la cual le ayudaría mucho para la proyección del mismo.
Hay
tensiones evidentes, y más cuando se habla de la selección de los ganadores. El
artista Leonardo Herrera que además es el coordinador del evento, en un post
iniciado por el artista Serio Zapata, en una red social, publicó, a manera de
comentario, el listado de los pre-seleccionados por cada jurado, y con ello
evidenció como se seleccionó los ganadores de esta edición; dato importante,
considero yo. Haré una pausa en mi argumento para indicar que, como corre el
presente tiempo, los medio virtuales han acercado no solo personas, en cuanto a
precedencia, también, han visibilizado prácticas, por la fácil publicación de
sus contenidos, nos hemos enterado de convocatorias en otros continentes, se ha
develado los paso a paso de muchas producciones artísticas y se ha dado paso a
la crítica, así sea de una manera informal, pero sumamente masiva, gracias a
que los medios virtuales le dan la posibilidad de expresarse a cualquiera con
un computador e internet. Retomando, entonces, si se da una fuerte conversación,
en una red social, donde dos de los cuatro artistas ganadores del BLOC,
intervienen para dar su punto de vista, respecto a las falencias que muchas
personas expresan acerca del evento, y el coordinador devela como fue la
selección de éstos ¿Por qué no hacerla fácil y crear un espacio de discusión,
donde se den a conocer este tipo de información?
La
memoria del BLOC
Otro
aspecto a tratar es la sistematización de las experiencias, por tanto, si
hablamos de una beca para impulsar la producción, se debe crear una pieza donde
hable del proceso de elaboración de las obras y no sea solamente la exhibición,
la que acarree con la responsabilidad de comunicar todo lo que allí se hizo.
Afortunadamente para la última edición, dos de los cuatro artistas generaron
evidencias de ello. El artista Juan Melo, mostró a través de una completa
sistematización como fue el proceso de producción de su obra, a través de una
página web[1],
además está pronto a publicar, un pequeño libro llamado Sym-Bio-Sis, de 62
páginas, como tituló su proyecto, el cual, recopila la experiencia de
producción y expone sus conclusiones, desplazando el punto de interés único por
la pieza, hacia el proceso de producción, y exhibiendo éste, como una obra
inacabada, sujeta a cambios y mejoras. Citando al autor:
El arte y la ciencia. El trabajo en
simbiosis también ha sido una oportunidad para reflexionar sobre los posibles
roles del arte para la ciencia. En el quehacer científico, e algunas ocasiones,
“los medios justifican el fin”, es decir que resulta más importante el
protocolo que el conocimiento mismo. El ejercicio metódico de razonar, tan
valioso en la ciencia, acapara las prioridades de quien las ejercen. Las
consecuencias e implicaciones del conocimiento científico se ocultan entre los
volúmenes de las revistas. En esta época álgida en la que los logros
científicos hacen tambalear nuestra condición de ser humano, el rol del arte es
el de propiciar la reflexión frente a la ciencia. (Melo, 2013, p.29)
Lo
mismo hizo la artista Mónica Restrepo, al reconstruir la película Tacones. Entregó
un manuscrito de 102 páginas, las cuales contienen entrevistas a los diferentes
actores del perdido film, y los consignó en éste.
No
digo que todos los artistas estén en la obligación de hacerlo, pero, si el BLOC
está procurando fomentar la producción, debería considerar desafiar su modelo
de gestión y producir algún esfuerzo por presentar una sistematización de la
producción de los artistas, donde se esboce desde el punto de vista de las
instituciones, hasta donde el artista permita, cómo fue esa labor de producción.
Ocurrieron casos donde, en las redes sociales se preguntaba si ¿todo el dinero
de las becas debía ir a la producción?, o ¿cuál era el perfil que buscaban las
instituciones vinculadas en los artistas? Creo que un documento de dichas
características respondería las preguntas.
Otro
aspecto que le hace falta al BLOC es su catálogo, su registro escrito del
evento, que funcione como testimonio histórico de todas las producciones
impulsadas por la beca, que sirva como documento articulador, entre el montaje
en sala, y la memoria discursiva de éste. ¿Cómo mostrar la continuidad de un
evento, que se perfila como el más importante en cuanto a producción artística
de artistas emergentes de la ciudad? No hay una plataforma web que lo haga, no
hay un texto que hasta ahora unifique cada edición, y espero que se haga,
porque es necesario construir una memoria histórica, alrededor del evento. Por
ahora solo hay una sección en la página de lugar a dudas, donde recopila de
manera muy somera alguna información que cito[2].
No obstante, considero que los artistas lo saben, sino Mónica Restrepo y Juan
Melo no hubiesen realizado el esfuerzo para producir un pequeño libro, que
develara algo de su experiencia de producción.
Es
necesario, para que el arte retome relevancia en la ciudad, debe haber una
consolidación del consenso, y para ello, se debe generar una discusión
permanente, una divulgación amplia de los métodos y los fines de los eventos
por parte de las instituciones, una producción constante por parte de los
artistas, haya o no haya convocatoria para proyectos; debe haber también,
diferentes actores que involucren sus voces, como el que está pensando en
montar galería, o el que está escribiendo crítica, o el que está pensando o en
una productora cultural más amplia, que ya hay varios en ello. O sino nunca
será atendida la queja de Leonardo Herrera, acerca de la atención de los
mandatarios locales, para el apoyo al arte contemporáneo en la ciudad (2013).
El
consenso requiere de cierto tiempo para que se construya (Furio, 2012), y
precisamente es tiempo lo que requiere BLOC para consolidarse. Por ello,
considero necesario que se mantenga su continuidad, pero que su modelo de
gestión cambie, no solo para disipar las dudas recurrentes con que cuenta, sino
que entienda el arte como una actividad, no como un mero objeto (Furio, 2012),
dándole relevancia a los sucesos que lo definen, desde la producción, desde su
distribución y su consumo; construyendo un perfil claro, donde el valor que se
pretende dar a las obras, se construya gracias a los contrastes entre las
opiniones de los diferentes medios, y actores, ya que, no vamos a pretender, ni
a entender el consenso como una única idea alrededor de algo, y menos del arte
contemporáneo, pues es más complicado construir esta idea para él (Furio, 2012).
También lo dice Tomás Ruiz-Rivas, cuando expresa que el conocimiento del arte
ya no se centra en el objeto, sino en todo un sistema, dándole relevancia a la
crítica (2007), vitalizando las funciones complementarias de su esfera. Con
esto podemos decir que, las instituciones que tiene a cargo el BLOC, poseen una
oportunidad frente a ellas, ésta es, posicionar la convocatoria local de arte
contemporáneo más atendida de la ciudad, la cual cuenta con más años de
publicación y darle la credibilidad local que por ahora no goza, como lo dije
anteriormente.
El
requisito de su convocatoria
Otro
aspecto que se debe tratar es el concepto de localia, definir qué es lo local
en BLOC y evidenciarlo en toda su actividad. Sin embargo, todo lo contrario
ocurre, mil preguntas se formulan cuando se abre la convocatoria y mil más
cuando finalizan las exhibiciones. Éstas van orientadas no solo al modelo de
gestión, sino a preguntarse por la selección de los jurados y la pertinencia de
sus decisiones. Por ejemplo, se formulan preguntas como ¿Cuáles eran los
perfiles de proyectos que buscaban?, ¿cómo se seleccionaron los artistas?, ¿qué
relación tienen esas piezas con el discurso local?, ¿se puede hablar de un
discurso local?, ¿lo local se define como un requisito de residencia en la
ciudad?, ¿o es más que eso? Todas estas preguntas han surgido en muchas
conversaciones, las cuales he tenido con amigos y colegas, y casi siempre los
argumentos se construyen con base a un requisito que tiene la convocatoria. Por
ello, citaré el primero documento expuesto al público en el 2010, pues
considero, que éste es la base para la construcción de dicha idea.
4.- Requisitos de los participantes:
podrá participar cualquier persona natural, mayor de edad, a título individual
o colectivo, nacido o radicado en Cali. No podrán concursar quienes estén
laboralmente vinculados a alguna de las entidades convocantes (Convocatoria
BLOC, 2010, p.2)
Para
esta última versión 2013, se restringió mucho más la participación de los
convocantes, pues se excluyó, de su documento la posible vinculación de
artistas que hayan nacido en Cali, solo indicando que los artistas que
residieran en la ciudad fuesen los que pudieran atender el llamado; consignado
esto en la página web de Lugar a Dudas[3].
Ésto genera dudas, pues no se especificar que tiempo el cual los artistas deban
certificar la residencia en la ciudad; y mucho menos si en un colectivo deban acreditar
residencia todos sus integrantes.
Para
seguir con el análisis de su modelo de gestión, compartiré la última versión de
este punto de la convocatoria:
4. Requisitos: Podrá participar
cualquier persona natural, mayor de edad, a título individual o colectivo,
radicado en Cali. No podrán concursar quienes estén laboralmente vinculados a
alguna de las entidades convocantes. En el caso de presentarse en equipo o como
colectivos, se considerará como representante el que se designe, en carta
escrita anexa a la propuesta. A la persona indicada en el documento se le
entregarán los recursos de la bolsa. Una vez concluido el periodo de la beca,
los beneficiarios de las mismas deberán presentar un informe final sobre el
trabajo desarrollado. La duración de las becas será de cinco (5) meses
incluyendo el tiempo del montaje de la exhibición y en ningún caso se
prorrogará (Convocatoria BLOC, 2013).
Hago
énfasis en este punto, pues gracias a él se ha generado mucho malestar por
parte de los artistas convocados y este requisito es justamente el que realiza
el filtro para la selección de los artistas locales. Además, la restricción que
imposibilita aplicar a la beca a personas que laboren en algunas de las
instituciones debe ser más clara, debido a que se ha generado una queja
constante en el momento de conocer los resultados de la convocatoria, pues se
ha visto cómo personas cercanas a las instituciones han sido ganadoras. Por lo
tanto, ha formado un malestar generalizado en las personas que han aplicado,
hasta el punto de convertirse en comentarios constantes acerca de la
manipulación de los resultados. Para evitar dicha situación, este requisito
debe tener un punto aparte, exclusivo, donde no solo se le niegue la
posibilidad de participar a los funcionarios directos, sino los indirectos de
las instituciones que organizan el BLOC, personas que les prestan servicios;
como también, excluir a los funcionarios de planta por un tiempo prudencial una
vez se hayan desvinculado de la institución. Esto logra procesos de selección
mucho más claros y plurales, donde no toda la responsabilidad por la elección
de los ganadores recaiga sobre los jurados, procurando de esta manera, generar
filtros mucho más claros, y evitando el constante malestar que está presente en
la comunidad artística de Cali. Por ello, repensar el modelo de gestión, en
cuanto al objetivo central del evento es fundamental, ya que, lo poco detallado
en sus requisitos de convocatoria han causado malas interpretaciones tanto de
ella, como de sus resultados y una tergiversación del objetivo del evento.
Muchas
preguntas, pocas respuestas, ya que, si en la ciudad hay tan pocos espacios de
discusión seria, donde estén involucrados varios elementos para que el arte
contemporáneo ocurra, el BLOC
lastimosamente seguirá siendo débil, porque no se ha construido aún los
eventos periféricos de difusión, de crítica, de mercado, que necesita el arte
contemporáneo, en sus procesos discursivos. Además, se debe de fortalecer las
bases de su convocatoria y aclarar los vacíos en éstas, para sus próximas
ediciones. Por consiguiente, hay que seguir realizando el evento, hay que
atender el vox populi, abriendo espacios
de discusión, tanto escritos, como verbales, tanto con eventos periféricos y
centrales. En síntesis, BLOC puede llegar a ser la beca local más importante de
Cali y es allí donde debería quedarse, siempre y cuando fortalezca la visión de
industria y de acción artística, donde no se intenten privilegiar objetos de
arte, sino todo un sistema que debe nutrir y revitalizar el arte contemporáneo
en Cali.
Referencias:
Furio,
V. (2012). La sociología del arte. Cátedra,
Barcelona – España.
Herrera,
L. (2013). Plegable de sala BLOC, Cali - Colombia
Ruiz-Rivas,
T. (2007). Cuadernos grises. Museo y esfera pública. Revista del departamento de arte Universidad de los Andes. 3, 99
- 126.
Melo,
J. (2013). Sym-Bio-Sis. Un proyecto
de Juan Melo, Burricornio taller editorial, Cali – Colombia.
Restrepo, M. (2013). Tacones (in the making). UN proyecto sobre una película
desaparecida, Cali – Colombia.
CITADO
EN APA
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