lunes, 24 de febrero de 2014

YEISON RIASCOS EN EL CENTRO CULTURAL COLOMBO AMERICANO DE CALI.

(Texto escrito para la exposición de Yeison Riascos y publicado en la hoja de sala)
Por: Carlos Fernando Quintero Valencia

El pintor mexicano Juan Correa (México, 1646 – 1716) fue muy reconocido en su tiempo y hoy por la calidad de sus obras pictóricas y por los temas religiosos. Entre las obras más relevantes de su prolífica producción se encuentran una serie de obras de la Virgen de Guadalupe, de la cual al parecer tenía un calco del original, y por introducir en muchas de sus pinturas religiosas, angelitos negros, indígenas y mestizos, como en Niño Dios con ángeles músicos. Con estas obras de finales del siglo XVII y principios del XVIII, comienza una tradición de reconocimiento de los afrodescendientes en la sociedad americana, como parte de los procesos de sincretismo y mestizaje, característicos de nuestro. Sin embargo, la motivación de Correa puede ser mucho más personal y autobiográfica. Se cree que el pintor también era afrodescendiente y la inclusión de estos personajes en sus obras sería un auto reconocimiento, una declaración de identidad.

Juan Correa (pintor mexicano). Niño Jesús acompañado por ángeles músicos. El que está atrás a la derecha de Jesús tiene un tono de piel más oscura.

Esta declaración de identidad, de posición en el mundo, vinculada con lo religioso aparece en las obras de Yeison Riascos (Buenaventura, Valle, Colombia, 1985). Su trabajo fotográfico parece establecer una relación con el artista mexicano. La presencia de personas de raza negra en sus trabajos parece señalar ese mismo principio de identidad de manera directa, poniendo al frente su raza. Además, los temas de Riascos plantean una mirada de lo cultural y social atravesados por lo religioso católico, como práctica espiritual que convoca y crea comunidad.

En sus primeras obras fotográficas, como en Sagrado corazón de María, San José obrero y Sagrado corazón de Jesús, el artista recrea imágenes religiosas católicas con personas de su entorno familiar y de su comunidad, trabajando en estudio y con poses preparadas. Estos trabajos recuerdan a las composiciones barrocas, sensación que se acentúa por el manejo de la luz, que recuerda el claroscuro característico de este período histórico artístico. Estas imágenes han sido compuestas de manera simple, con pocos elementos iconográficos (el corazón y el niño, que acompañan a los personajes centrales), sin mayores referentes contextuales.

Yeison Riascos. Inmaculada concepción (detalle).


Inmaculada concepción y Última cena estarían muy cercanas a esta primera serie, en cuanto a la recreación de motivos religiosos. La diferencia es que estas dos obras se realizan en exteriores y con mayor número de participantes. Así, se involucra el entorno, el paisaje, dando una ubicación geográfica, un clima (cálido y húmedo). Al ubicar los personajes bíblicos en el pacífico colombiano, las obras adquieren otra connotación. Proponen una mirada concreta sobre el lugar. También, parecen dar a entender que la espiritualidad no es sólo cuestión divina, si no también cuestión humana. Además, modifican la procedencia cultural de las imágenes, desplazándolas del ambiente europeo al americano tropical.

La serie Rostros divinos involucra una pieza escultórica de Yeison Riascos, Corona de espinas. Con esta serie fotográfica vuelve al retrato, tomando como personajes principales a las vendedoras de pescado. Mujeres que aparecen también en su serie Mujeres urbanas divinas, estas, desprovistas del elemento escultórico. Así, pone en evidencia la posición de la mujer como ser social, cultural y económico, haciendo un sencillo pero importante homenaje a quienes, literalmente, nos dan de comer a diario. Igual las fotos de Riascos buscan y encuentran en la cotidianidad los elementos simbólicos que se refieren a lo religioso. Así, el pescado, los cuchillos, la posición de una mano o del cuerpo, se convierten en el signos que refieren a la religiosidad.

Yeison Riascos. De la serie Rostros divinos.


Las fotografías de Yeison Riascos evocan y conmueven por el simple hecho de representar con personas del común, personajes bíblicos, develando en cada uno ellos ese ser espiritual que los habita. No es una simple pose, no se trata disponer los elementos para que se parezcan a un original. La mirada del artista, la disposición de los personajes y el manejo de la luz, bastan para generar imágenes poéticas, que trascienden y que además se refieren a procesos culturales y sociales, de ancestrales y actuales. En síntesis, con sus fotografías, Yeison Riascos nos habla de la realidad de las comunidades afro en Colombia, hoy.


CARLOS FERNANDO QUINTERO VALENCIA

Artista e Historiador del Arte

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