Por: Carlos Fernando Quintero V.
Lo otro que me llama la atención es la
vinculación o contratación de docentes, en especial los salarios de los
profesores. En la última convocatoria para docentes de la Facultad de Artes
Visuales y Aplicadas, los valores de los contratos por asignatura oscilaban
entre $1’045.000.oo y los $2’950.000.oo aproximadamente, ¡por semestre! (US$500
– US$1.500 aproximadamente). El tipo de contratación es por Prestación de
servicios, es decir, que el empleado-profesor debe pagar de su salario mensual
el 10% de impuesto de retención en la fuente, 12% de aportes a salud, 16,5% de
aportes a pensión obligatoria, 5% de riesgos laborales, para poder cobrar su
salario mensual (mejor dicho, primero paga y luego cobra). Así las cosas, el
profesor que recibe el primer monto de contrato deberá dividir su ingreso
semestral en los cuatro meses del contrato, recibiendo cerca de $260.000.oo (no
llega ni a la mitad del salario mínimo legal vigente en Colombia), de los
cuáles le descontarán $26.000.oo de Retefuente (quedándole $234.000.oo) y con
anterioridad ha debido pagar cerca de $170.000.oo de salud, pensión y riesgos
profesionales, quedándole al final la suma de $64.000.oo, lo justo y exacto
para ir en servicio público a su lugar de trabajo y para que se tome un café
sin derecho a empanada, por cada sesión. A ver, esta pobre persona, que al menos
ha dedicado años de su vida a estudiar, de donde paga renta, servicios
públicos, comida y demás “gastos superfluos”. Eso sí, que ni piense en
comprarse un libro o en ir a cine, menoS ir a una Feria de Arte, ni siquiera
ArtBo, ni mucho menos producir una obra (que ni para papel higiénico queda).
En el segundo caso, el profesor deberá
dividir el valor de su contrato en los mismo 4 meses, debiendo cobrar
$750.000.oo al mes (apenas superando el valor del salario mínimo legal vigente).
El descuento mensual debería ser de $75.000.oo de retención en la fuente y los
mismos $170.000.oo de salud, pensión y riesgos laborales. O sea que le
quedarían $505.000.oo por mes para cubrir sus gastos. Más holgadito el asunto,
si no fuera porque este ingreso corresponde a cada uno de los 4 meses del
contrato del semestre y los profesores tienen la fea y mala costumbre de vivir
6 meses por semestre (obvio, ¿no?).
Claro esto se resuelve asignándole al menos
dos o tres cursos, o sea contratos, a cada profesor y así el ingreso neto
mensual del profe sube a $700.000.oo o hasta $1’500.000.oo, lo que, con todo
respeto, sigue siendo un salario muy bajo para un profesor universitario en
este país y en la mayoría de países del mundo.
Sin embargo, mi inquietud no es sólo por el
bajo nivel salarial sino que tiene que ver más bien con el tipo de vinculación
o contratación que se hace en el IDBA. Lo primero que hay qué aclarar es que
los profesores no tienen escalafón docente, así que no es valorada en su
contratación ni la experiencia profesional y en docencia, ni sus
investigaciones o producciones intelectuales. En términos laborales y
contractuales, da lo mismo contratar a un gran maestro o profesor que un chaval
que se acaba de graduar, ya que su vinculación no corresponde a los costos de
la docencia de nivel superior, sino que es valorada al nivel de un
administrativo de rango medio gubernamental (incluso creo que gana más un ascensorista del edificio de la Gobernación que un profe del IDBA). Y lo que no se valora tiene que
ver con los años de estudio y trabajo, lo que redunda en la calidad del
profesor. Además, está juego la estabilidad laboral que implica el compromiso
con la institución (así no tendría que emplearse en otras instituciones, por
ejemplo, y se puede dedicar más al instituto), la posibilidad que el profesor
siga investigando y desarrollándose profesionalmente, así como poder tener una
calidad de vida (así sea lo básico).
De lo anterior siempre se me han presentado
al menos dos dudas. La primera es ¿cómo es posible que el IDBA tenga una acreditación
de calidad del MinEducación, cuándo las condiciones laborales son tan malas,
sin hablar de las carencias, deficiencias y malas condiciones de espacios,
insumos y equipos? La segunda es ¿cuánto vale, realmente, una planta profesoral nombrada y
con escalafón docente? Dejaré en el aire la primera (no tengo una respuesta
lógica y dentro de los parámetros legales, morales y éticos) y le meteremos el
diente a la segunda.
Tomemos el caso de la carrera de Artes
Plásticas. En la página web se anuncia que programa ofrece 160 créditos. Cada
crédito académico corresponde a 48 horas de trabajo, 16 presenciales (o sea
clase) y 32 autónomas (las que debe dedicar el estudiante a su trabajo y
desarrollo educativo). Por lo tanto, los 160 créditos deberían corresponder a
7680 horas, de las cuales 2560 corresponden a docencia directa (la clase que
dicta el profesor).
Los profesores no sólo destinan su tiempo a
la docencia directa. La docencia universitaria contempla, además de las clases,
la investigación y la proyección social. Además, las categorías de los
profesores implican 4 niveles, que son: 1. Profesor auxiliar. 2. Profesor
Asistente. 3 Profesor Asociado. 4. Profesor Titular. Pero, ¿auxiliar,
asistente, asociado o titular de qué? Pues de los grupos de investigación que
se deben conformar y a los cuáles los profesores se deben suscribir,
conformando una estructura piramidal, donde los auxiliares son la base y los
titulares son la punta. Así, los profesores auxiliares deberían asumir buena parte de la docencia directa (que no debe ser más de la mitad de su labor
académica), los asistentes un poco menos, los asociados menos y los titulares,
muy poca. Los titulares ocuparán la mayor parte de su tiempo en investigación,
seguida la dedicación a los asociados, luego los asistentes y por último, y con
poco tiempo para esta labor (un 25% a lo sumo), los auxiliares. Por otro lado,
los ejes o los núcleos del programa deberían corresponder a los grupos de
investigación. Así, cada núcleo tiene un grupo de profesores asignado y que
cubren todas las necesidades de su área. Claro, así debería ser, pero no se
cumple, creo que ni se piensa y creo que tampoco lo saben.
Volvamos al caso de nuestro querido programa
de Artes Plásticas y a la pregunta inicial ¿cuántos profesores nombrados se necesitan
y cuánto costarían esas vinculaciones con escalafón docente? Si son 2560 horas
de docencia directa y los profesores destinan el 40% de su labor a esta,
entonces se requeriría contratar 6400 horas por semestre, o sea, 12800 horas al
año. Cada profesor de tiempo completo trabaja cerca de 850 horas al semestre, o
sea 1700 horas al año. Así que, con otra simple operación de división
(12800/1700) nos da la suma de 7 profesores de tiempo completo y 1 de medio
tiempo. Aclaro que es el tiempo y no el número de profesores lo que se cuenta. Estos tiempos se pueden subdividir en los profesores, así que pueden haber pocos con vinculación de Tiempo completo y varios de Medio Tiempo, así como contratados por Hora Cátedra.
Y, ¿cuánto vale en promedio un profesor
universitario de tiempo completo? Incluidas prestaciones y demás impuestos y
arandelas (que se pagarían entre la institución y el profesor), cerca de $3’500.000.oo
¡al mes! ¡No el semestre! (¿ven la diferencia? Por lo tanto, contando los 12
meses del año (y no los 8 actuales), el profesor costaría, $42’000.000.oo. Y si
esto lo multiplico por los 7,5 tiempos completos, el costo total de la nómina
de profesores para la carrera de Artes Plásticas sería de $315’000.000.oo
(trescientos quince millones de pesos).
Ahora calculemos, a los costos de Bellas
Artes, con cuántos estudiantes, cuyo costo anual lo calculamos antes en 12
millones, se requieren para cubrir esta nómina. Operación sencilla (315’000.000/12’000.000
o, mejor aún, 315/12)… ¡¡¡Ta táaaann!!! ¡Sólo con 26! Así es, con 26 estudiantes se
cubren los costos de la nómina ideal de profesores, con escalafón docente y
todo. Pero, ¿la carrera de artes no tiene un poco más de 100 estudiantes
matriculados? Y, ¿qué pasa con el resto de la plata, si ni siquiera hay
escalafón docente? Porque lo que se gastan hoy en salarios de profesores, sin
el mentado escalafón, no creo que llegue ni a la cuarta parte de lo que costaría este.
Es muy posible que la carrera de Diseño
Gráfico necesite igual número de tiempos completos (estoy hablando de ocupación
del tiempo y no de personas), que Artes escénicas necesite uno o dos más y que
Música necesite el doble. Así, en total estaríamos hablando de cerca de 40
tiempos completos, que siguiendo con mis alegres estimados, le costarían a la
institución cerca de $1.680’000.000.oo al año, o sea, ¡el 15% del presupuesto
anual de Bellas Artes, si es que es de 12 mil millones! o el ¡25% de lo que le
gira el Departamento del Valle Cauca!
Claro, todo esto es un estimado y seguro
tendrá variaciones en términos de lo real. Pero las diferencias son abismales.
En el primer caso son más de 10 mil
millones de pesos. En el segundo, sólo con los aportes del Departamento, son
más de 5 mil 300 millones. Y claro, en mi ejercicio, que podrá ser muy
discutible, hay escalafón docente y en la realidad no. O sea que en la realidad
las diferencias entre lo que ingresa al IDBA y uno de los destinos posibles y deseables de
los recursos (los pagos de los profesores) es más que abismal.
Ahí les comparto mis dudas y estas
reflexiones. Ojalá sirva para que mis compañeros, colegas, amigos y demás abran
un poquito los ojos. Yo los abrí hace rato.
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